domingo, 24 de octubre de 2010

Algunos consejos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores nocturnos



• Debe ser una opción personal.
• Descansar en una cama por lo menos durante 6 ó 7 horas diarias, incluso aunque no se duerma todo el tiempo. Agregar a ese descanso una buena siesta al comienzo de la tarde.
• Organizarse para dormir en buenas condiciones: desenchufar el teléfono o conectar el contestador, desactivar el timbre o poner un cartel en la puerta, oscurecer suficientemente la habitación, ponerse tapones en los oídos, etc.
• Tomar una comida caliente entre dos y tres horas después de levantarse, antes de comenzar el turno nocturno, por ejemplo, hacia las 18 horas. De ser posible, comer todos los días a la misma hora. Una vez terminado el turno, no ingerir ninguna comida abundante antes de dormir.
• Reducir al máximo la cantidad de trabajadores nocturnos permanentes. En efecto, ningún estudio mostró que los ritmos biológicos se adaptaran totalmente al trabajo nocturno.
• Preferir los ciclos cortos: no trabajar durante seis a siete noches sucesivas sino hacer de preferencia tres o cuatro como máximo. El déficit de sueño tiende a acumularse luego de varios turnos nocturnos sucesivos, mientras que las rotaciones rápidas de turno permiten variar los horarios de descanso y preservar los contactos sociales. El organismo vive así más a menudo en su estado normal, con consecuencias menos nefastas en términos de fatiga y de salud.
• Preferir la rotación de turnos hacia adelante: el sueño y el bienestar en general son mejores cuando se rota en el sentido mañana, tarde, noche.
• Evitar el paso directo o de un horario a otro. Por ejemplo: terminar a las 22 horas para retomar a las 6 de la mañana siguiente, lo que evidentemente no deja suficiente tiempo para descansar. Debe haber un intervalo de por lo menos horas entre el final de un período de trabajo y el comienzo de otro.
• El trabajador no debe comenzar demasiado pronto, de ser posible no antes de las siete: pues estudios demuestran que cuando el trabajador tiene que levantarse muy temprano, muy raramente se acuesta antes de las 21,30 o 22 horas debido a sus ocupaciones familiares y sociales.
• Sería deseable intentar disponer servicios nocturnos más cortos: el trabajo nocturno reclama mayor esfuerzo, lo que debería hacer que la duración de trabajo fuera más corta.

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