La norma social en torno al trabajo niega la existencia de unas tareas de cuidado de las personas y del mantenimiento del hogar-familia. Este entorno se considera como algo privado que cada cual debe organizarse a su manera.
En España se ha producido una intensa evolución, que se ha acentuado en los últimos años, en buena medida por las exigencias de la Unión Europea. Así, resulta muy significativa la Ley de Conciliación de la vida laboral y familiar de las personas trabajadoras, de noviembre de 1999, que constituye un claro ejemplo de que el “conflicto” entre lo profesional y lo familiar supera el plano estrictamente privado, individualizado (básicamente “de mujeres”), para tomar protagonismo colectivo, merecedor de atención legislativa y actuaciones por parte de los poderes públicos.
Ahora bien, cabe destacar algunas lagunas que presenta esta Ley de Conciliación de la vida laboral y familiar:
1. Se contempla únicamente el tiempo. Tan solo articula algunas medidas excepcionales en regulación de las jornadas y permisos.
Habría de contemplar de forma simultánea el mantenimiento económico de la unidad familiar (remuneración y beneficios sociales), dado que media jornada implica la mitad del sueldo.
2. Los padres trabajadores no tienen ningún permiso de paternidad.
Son las madres trabajadoras quienes lo tienen y pueden ceder una parte al padre en caso de que ambos realicen una actividad profesional. Si se produjera el caso de un hombre que decide adoptar o de una pareja en la que la mujer no trabaja no se concederían los mismos derechos.
3. Plantea ciertas necesidades en relación con el nacimiento de hijos y de forma mínima otras situaciones de dependencia que parecen plantearse hacia las mujeres.
Cabe destacar, que no tiene en cuenta a todas aquellas mujeres que han desempeñado su trayectoria laboral en el terreno domestico y que hoy en día, en su jubilación, no tienen derecho a prestaciones sociales.
Al respecto observamos que, incluso en la presente ley existe una visión en la que el rol de cuidador y conciliador de la vida doméstica pertenece a la mujer.
Gracias por volcar el contenido de vuestro ejercicio en el blog, ayuda a tenerlo todo a la vista.. .
ResponderEliminaraprovecho a desearos una feliz navidad!
nos vemos en enero